martes, 21 de abril de 2009

¡Avanti!


Curiosamente cuando se estrenó tenía yo un año más que en el estreno de "Verano del...", o sea 23 años. La verdad es que no lo he hecho a propósito, he elegido esta película, simplemente, porque se me ocurrió, ¡¿O no?! Bueno, la verdad es que a pesar de no ser una de las grandes obras de Billy Wilder, para mí fue una película muy entretenida, con un tema curioso en aquel entonces y que nunca entendí que las mentes "censuradoras" le hubiesen cambiado el título por el de "¿Qué ocurrió entre mi padre y tu padre?" Supongo que en aquel entonces pesaba mucho lo de "padre" y "madre" y siempre había que recalcarlo, sobre todo siendo una película que hablaba sobre la infidelidad de un "padre de familia" en sus, supuestamente, "solitarias vacaciones" en un balneario de la isla de Isquia (Italia) del 15 de Julio al 15 de Agosto, durante diez años hasta el momento en que sufre un accidente mortal en uno de sus paseos en la isla. Es entonces cuando su hijo Wendel Ambruster Jr. (Jack Lemmon) tiene que desplazarse desde Boston a la isla para repatriar el cadáver de su padre. Allí coincide con una chica, Pamela Piggot (Juliet Mills), que resulta ser la hija de la acompañante de Ambruster padre, que no iba solo en el coche. De este modo ambos descubren el idilio de sus respectivos padres, discretamente tratado, durante esos diez años, por el personal del hotel-balneario. A parte de ser una comedia encantadora (para mí) fue también una película que me enganchó. El protagonista Jack Lemmon , que siempre consideré uno de los mejores, ya me había impactado en "Irma la dulce " y en "Missing", y en algunas otras de las que ya hablaré. Ella, Juliet Mills, tenía un encanto especial, en aquella peli me robó el corazón. La película está llena de frases y momentos (vuelvo a decir, para mí) interesantes, divertidos , románticos, etc., etc. Uno de ellos, que no es romántico pero si que marca una época, una imagen de aquella Italia y un tono de comedia descarada, es cuando el protagonista y el director del hotel estan hablando: Ambruster (J. Lemmon): "¿Tres horas para almorzar?" Carlucci (Clive Revill): "Sr. Ambruster... aquí no nos vamos corriendo a la cafetería a comernos un bocadillo con un refresco, aquí vamos piano, piano. Cocinamos nuestras pastas, luego les echamos queso, bebemos vino y amamos". Ambruster: "¿Entonces qué hacen por las noches?" Carlucci: "Volvemos a casa a ver a nuestras esposas". En fin, podría seguir contando cosas y de como me sentí después de ver la película la primera vez, después la he visto dos o tres veces más, pero creo que ya está casi todo dicho. A mí me gustó, como espectador de a pié, como crítico ni quiero entrar, ni me interesa. Si al que lea estas lineas, la ha visto y también le ha gustado bienvenido al club y si no le ha gustado, también bienvenido y que diga algo,¡Digo yo!

martes, 14 de abril de 2009

Verano del 42


Cuando se estrenó, tenia veintidós años, no catorce como el protagonista y guionista de la película Herman Raucher, pero la historia del joven Hermie y la música de Michel Legrand me llevaron al huerto. Quizá fuese porque, precisamente, es una historia sacada de la biografía del guionista y yo ya empezaba a despuntar, tímidamente, como escritor. O porque siempre he sido muy romántico y enamoradizo, o porque la película la vi "con alguien", o simple y llanamente porque la vi "sin alguien". La verdad es que esa película me marcó y quedó incrustada en mí yo más profundo y más sentimental. Dicho esto como aclaración de la peli y sobre todo del título del blog, pretendo que este sea el inicio de una serie de comentarios sobre películas que a mí, más o menos, me gustaron y como amante y aficionado al 7º Arte desearía compartir. Siempre desde una perspectiva de espectador de a pie, sin pretender pasarme de listo, ni quedarme corto. No quiero profundizar en técnicas cinematográficas, ni opinar sobre estilos dramáticos ni tramas. Yo no soy, ni lo pretendo, crítico de cine. Me gusta ir al cine como evasión, para relajarme. Para estar en tensión y desesperarme con lo realmente absurdo de la vida, ya me llega con ver los telediarios todos los días para saber que "la realidad siempre supera a la ficción". Por último y apoyándome en una frase célebre, "puede que este sea el comienzo de una bella aventura...".