lunes, 11 de mayo de 2009

Las dos irlandas

Siempre he estado ligado sentimentalmente a Irlanda, y no es que me hubiese enamorado de alguna irlandesa. Me enamoré de Irlanda, de su historia, de su historia celta, de su música y sus interpretes, de su supuesta relación (en sus orígenes) con mi tierra, etc, etc, etc. Y ahí estaba "El hombre tranquilo", que con "Brigadoon" en tierras escocesas y más o menos de la misma época de estreno 52/54, hacían dos películas que me encantaron cuando las vi, es más "Brigadoon" lo transformé en "Brigadum" para que sirviera de nombre a un programa de radio que dirigí desde 1.997 hasta el 2.000, y estaba dedicado a la cultura celta y a la música folk. ¡Felices años aquellos!. Pues a lo que iba, aquella película protagonizada por John Wayne y Maureen O´Hara me gustó, sin más, me gustó. Ni le busqué, ni le busco ahora los tres pies al gato. Lo pasé bien y no profundicé en ninguna cuestión. Hasta que llegué a "Las cenizas de Angela". Esa era otra cuestión, y no ya por el problema de la depresión de los años 30 en Estados Unidos, si no por el problema de los irlandeses en su tierra. La miserias de ayudas, las miserias de ideales, las miserias de creencias (allí y en otros muchos si tios). Ver las penalidades magníficamente interpretadas por todo el elenco de protagonistas, comenzando por Robert Carlyle y Emily Watson, siguiendo con los tres Frank, desde el primero al último, sin excepción, fue para mí un placer aunque suene raro. Un placer de interpretación, cien por cien creíble, y un cabreo tremendo al descubrir unas realidades que, aunque tenía referencias de ellas, no me las imaginaba "tan reales". De todas formas, y vuelvo a las películas, ambas me hicieron disfrutar del 7º Arte, que al fin y al cabo es lo que siempre he deseado, disfrutar del cine.

1 comentario:

  1. Un saludo

    Desde hace unos meses, yo y otros dos amigos, estamos llevando a cabo un proyecto. Dicho proyecto consiste en la elaboración de una comunidad literaria independiente, un rincón en el que cualquiera pueda expresarse y de cualquier forma: relatos, poesía, etc. La idea de la que surgió y de la que aún se sigue sustentando, no es solo esa expresión, anteriormente mencionada, sino el mestizaje: que lo que yo escriba puede servirle a otro de aprendizaje o si más no, pueda aportarle alguna idea y viceversa. Por ello, les invito a todos aquellos que quieran participar en la redacción a que envíen un mail a lagacetademedianoche@gmail.com, citando el correo electrónico de la cuenta blogger, a la que deberá enviarse la invitación.

    Atentamente,

    El Gato Negro

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